En un partido que tuvo como figura al arquero rival, San Lorenzo se desdibujó ante la imposibilidad de convertir, Juan Antonio Pizzi demoró en realizar las variantes, y no se pudo romper el cero en cancha de River. Alvarado se fue expulsado.
Con la derrota por 1 a 0 en el Nuevo Gasómetro, San Lorenzo se vio obligado a convertir al menos un gol en cancha de River para forzar una definición por penales, tuvo las chances para hacerlo, pero se agigantó la figura del arquero Marcelo Barovero con tapadas excepcionales.
En un terreno resbaloso, que complicó el común desarrollo del partido provocando numerosas caídas, la primera mitad de juego fue muy imprecisa, los equipos se prestaron la pelota y fue el Ciclón el que tuvo las mejores opciones de gol.
Ya en el segundo tiempo, el avance de los minutos apremió al equipo, llevándolo a un bache futbolístico en el que le cedió el protagonismo del encuentro al rival. Desde el banco de suplentes las sustituciones se hicieron esperar y cuando se hicieron efectivas, los ingresos de Fernando Elizari y luego Leandro Romagnoli junto a Héctor Villalba, no pudieron cambiar el rumbo azulgrana.
Propio de una definición eliminatoria, San Lorenzo fue nuevamente a la carga sobre el final del partido con mas nerviosismo y empuje que juego y pensamiento y así no pudo lograr la caída del arco rival, a pesar de haber vuelto a generar situaciones con claro peligro de gol. En medio de una disputa luego de una falta, y con una actitud infantil e irresponsable, Pablo Alvarado tuvo una agarrada con Carbonero y debió irse expulsado.
Final del sueño copero para San Lorenzo, que no pudo avanzar en la primera ronda de la Copa Sudamericana y deberá dedicarse ahora a aspirar en grande en el torneo local y la Copa Argentina. (MA)
En un terreno resbaloso, que complicó el común desarrollo del partido provocando numerosas caídas, la primera mitad de juego fue muy imprecisa, los equipos se prestaron la pelota y fue el Ciclón el que tuvo las mejores opciones de gol.
Ya en el segundo tiempo, el avance de los minutos apremió al equipo, llevándolo a un bache futbolístico en el que le cedió el protagonismo del encuentro al rival. Desde el banco de suplentes las sustituciones se hicieron esperar y cuando se hicieron efectivas, los ingresos de Fernando Elizari y luego Leandro Romagnoli junto a Héctor Villalba, no pudieron cambiar el rumbo azulgrana.
Propio de una definición eliminatoria, San Lorenzo fue nuevamente a la carga sobre el final del partido con mas nerviosismo y empuje que juego y pensamiento y así no pudo lograr la caída del arco rival, a pesar de haber vuelto a generar situaciones con claro peligro de gol. En medio de una disputa luego de una falta, y con una actitud infantil e irresponsable, Pablo Alvarado tuvo una agarrada con Carbonero y debió irse expulsado.
Final del sueño copero para San Lorenzo, que no pudo avanzar en la primera ronda de la Copa Sudamericana y deberá dedicarse ahora a aspirar en grande en el torneo local y la Copa Argentina. (MA)
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