Sueño cumplido: San Lorenzo le ganó a Mogí das Cruzes 79 a 71 en Boedo y se coronó campeón de la Liga de las Américas del 2018, ¡El Ciclón es el mejor del continente!


25-03-18. Cuando comenzó la temporada con los amistosos en España frente al Real Madrid y Barcelona, el objetivo aparecía a lo lejos pero ya estaba delimitado: San Lorenzo tenía que ganar la Liga de las Américas. Por la espina del 2017 en Puerto Rico, por ser los mejores de Argentina y por haber preparado un roster al nivel que el torneo exige, el Ciclón cargaba con la responsabilidad de hacerse con el torneo continental más importante, y en la noche del domingo lo consiguió.

El agregado a esta historia maravillosa fue el marco. El Roberto Pando de Boedo, repleto de almas azulgranas, estalló, sufrió y deliró con la noche más esperada por el básquet sanlorencista. Dentro del rectángulo de juego se vio un partidazo: Mogí das Cruzes comenzó mucho mejor que San Lorenzo, y de la mano de Larry Taylor Jr impuso condiciones durante todo el primer cuarto.

Una mejoría en defensa (fenomenal Nicolás Aguirre y Marcos Mata), sumado al buen ingreso de Selem Safar, devolvieron al Ciclón a partido. Lo que terminó de dar vuelta la balanza fue la aparición en todo su esplendor del MVP: Gabriel Deck. Todas las ofensivas pasaron por los posteos del nacido en Colonia Dora, que además de aportar en defensa, cargó de faltas a los internos brasileños. Con esta remontada, San Lorenzo se fue arriba por dos al descanso largo.

Al regreso se dio lo que es una costumbre por Liga Nacional, un tercer cuarto demoledor en defensa para poder correr la cancha y llegar a sacar máxima de quince; parecía que la final se terminaba ahí, pero el infernal Tyrone Curnell tenía otros planes: Se cargó a su equipo sobre los hombros y los llevó a una épica remontada que se completó con un triple de Filipin (pasó al frente en el último cuarto). Rapidamente, Gabriel Deck cargando el juego interior y convirtiendo los 10 libres que le generaron lo revirtió y San Lorenzo ya no soltó más la manija del juego.

Los minutos fueron corriendo y Mogí se quedó sin fuerzas para pelear, decretando el final de una historia inolvidable. San Lorenzo, en Boedo, con su gente ante los ojos del continente, ganó 79 a 71 y se hizo con su primera Liga de las Américas. Ahora irá por el tricampeonato en La Liga y el título del mundo.

El camino al título

La injusta eliminación en Puerto Rico el año pasado en su primera incursión continental en este siglo había dejado mucha bronca pero hubo revancha. Ya con el bicampeonato nacional, San Lorenzo se preparó para dar el salto de la consagración internacional.

Fue parte del grupo B, que se disputó en Chile, junto a Mogi das Cruzes, Español de Talca y Paulistano. Precisamente con Mogi debutó y definió, y ambos cotejos fueron muy parejos como así también el de la semifinal.

Aquel 101-96 fue el primer paso y al día siguiente le propinó al local Español la mayor goleada en la historia de la competición al ganarle por 65 puntos (116-51). La clasificación a la siguiente etapa la logró ante Paulistano de Brasil por un peleado 87-82.

Las semifinales se disputaron a principios de marzo en Boedo y además de Mogi, enfrentó a Fuerza Regia y a Ferro quienes avanzaron en el grupo A. En el primer partido derrotó a los mexicanos por 24 (83-59), luego doblegó a los brasileños (68-64) y por último superó a los de Caballito 73-65 para avanzar al Final Four.

A poco de disputarse la última etapa se definió la sede y nuevamente el Roberto Pando se haría anfitrión. La semifinal del Final Four fue ante Estudiantes de Concordia y el resultado fue contundente: 101-78 con un brillante Gabriel Deck que sumó 30 puntos tras preparase luego de la lesión.

En la otra semi avanzó Mogi das Cruzes al superar a Regatas y nuevamente tendrían que enfrentar al Ciclón con la esperanza de que la tercera sea la vencida. La final se disputó como tal, un rival duro al cual San Lorenzo pudo comenzar a superarlo en la segunda etapa y le ganó por 8, la mayor diferencia de los tres enfrentamientos. Boedo fue todo alegría y gritó dale campeón.

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