San Lorenzo no pudo mantenerse en la senda de la victoria y volvió a caer, como local, ante Gimnasia La Plata por 2-0. Tuvo un gol mal invalidado, que hubiera significado el empate. Fue una pálida actuación.
Sin respuestas futbolísticas en la ofensiva, San Lorenzo volvió a comenzar un partido por debajo en el marcador pero, esta vez, ni siquiera lo pudo igualar y terminó sumando una nueva derrota, ante Gimnasia La Plata por 2-0, en el Nuevo Gasómetro.
El único gol del partido llegó a los 20 minutos del primer tiempo luego de que un centro desde el costado derecho fuera conectado por Álvaro Fernández, quien mandó la pelota, sin escalas, al fondo del arco de Sebastián Torrico.
La reacción de San Lorenzo no apareció hasta el final de la primera parte, cuando la rebeldía de Gonzalo Verón, ante la falta de creatividad colectiva, fue una herramienta de ataque y permitió generar algunas situaciones de peligro, aunque no tuvieron nunca correcta concreción.
En el segundo tiempo, casi como por una de esas contradicciones del fútbol, el Ciclón se volcó al ataque disponiendo de tres clásicos nueves de área en su alineación, pero el gol del empate no llegó. En realidad, Nicolás Blandi sí logró convertirlo, tras una habilitación de Martín Cauteruccio, pero el juez de línea invalidó la acción, por un fuera de juego que no fue tal.
Cuando el resultado parecía estar consumado y el empate azulgrana se convertía en una remota posibilidad, Pablo Vegetti encontró desacomodada a la defensa de San Lorenzo y no tuvo problemas para encarar a Torrico y definir ante el arco vacío, para convertir el 2-0 definitivo a los 47 del complemento.
Pasó la victoria ante Defensa y Justicia y el Ciclón no pudo volver a festejar. En el primero de los tres partidos consecutivos como local, no pudo sumar ninguna unidad. Así, la mínima ilusión de sumarse a la lucha por el campeonato, parece poco a poco apagarse. El miércoles ante Olimpo, habrá una nueva oportunidad. (M.A.)
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