Tras su primera misa pascual, en pleno paseo con el Papamóvil, Francisco recibió una nueva camiseta de San Lorenzo en cuyo dorsal figuraba el apellido Bergoglio.
No fue un domingo más para el socio 88.235 de San Lorenzo. Jorge Bergoglio, o sea, el papa Francisco, regaló su primera misa pascual para los casi 250.000 asistentes que coparon las inmediaciones del Vaticano. En su primera pascua de resurrección pidió por la paz en Medio Oriente y en la península de Corea. Además lamentó la guerrilla y el terrorismo en Africa, y lo que consideró la forma de esclavitud más extendida: el tráfico de seres humanos. Sin embargo, vivió otra situación que volvió a emocionarlo.
Después de la misa en Plaza San Pedro, Francisco compartió la alegría del público con motivo de la resurrección de Cristo tras su crucifixión. En el papamóvil, recorrió brevemente una sección de los asistentes, besando a bebés y acariciando niños en la cabeza. En el medio de semejante muestra de afecto, un admirador le entregó una nueva camiseta de San Lorenzo. El papa la recogió amablemente y la retuvo por un buen rato.
Según la agencia italiana de noticias ANSA, el Sumo Pontífice recibió la Azulgrana que llevaba el dorsal con el apellido Bergoglio. La primera camiseta de San Lorenzo que recibió el papa fue enviada por la Comisión Directiva del club durante la semana de su asunción en la Santa Sede.
Después de la misa en Plaza San Pedro, Francisco compartió la alegría del público con motivo de la resurrección de Cristo tras su crucifixión. En el papamóvil, recorrió brevemente una sección de los asistentes, besando a bebés y acariciando niños en la cabeza. En el medio de semejante muestra de afecto, un admirador le entregó una nueva camiseta de San Lorenzo. El papa la recogió amablemente y la retuvo por un buen rato.
Según la agencia italiana de noticias ANSA, el Sumo Pontífice recibió la Azulgrana que llevaba el dorsal con el apellido Bergoglio. La primera camiseta de San Lorenzo que recibió el papa fue enviada por la Comisión Directiva del club durante la semana de su asunción en la Santa Sede.
Olé
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